Destierra estos 4 errores de tu página de contacto

Cuando ofreces servicios editoriales o literarios, la página de contacto en tu web es la puerta para recibir a los potenciales clientes.

Imagina que alguien se ha interesado en tus servicios y quiere contactar contigo para contratar o consultar. ¿Cómo lo hace? Normalmente, a través de la página de contacto.

Y para impulsar el avance hacia la contratación, no te conformes con un par de palabras que dicen contacta conmigo y un formulario estándar.

En esta entrada te cuento 4 errores que no deberías cometer si quieres facilitar que contacte contigo un posible cliente.

De ti depende establecer la forma de contacto: correo electrónico, teléfono, dirección física, formulario, señales de humo… Sea como sea, no tropieces en estas 4 piedras.

¡Adelante!

1. Está escondida

Hay webs en las que encontrar la página de contacto se asemeja a buscar a Wally entre el gentío. En ocasiones aparece como un subelemento dentro del «sobre mí» (y si no pasas por esa sección ni te enteras), otras agazapada al final de la web.

Pero ¿quieres que los potenciales clientes contacten contigo o no? Si la contestación es negativa, entiendo que no les muestres cómo comunicarse contigo. No obstante, si la respuesta es afirmativa, pónselo fácil.

Por ejemplo, que forme parte del menú principal y sea visible. Por supuesto, esto no quita que tengas formas de contacto en tus páginas de servicios como llamadas a la acción.

2. El copywriting brilla por su ausencia

Has trabajado el resto de páginas de la web (o eso se supone), cuidando el diseño, las imágenes, los textos, etc. Has logrado el interés de un posible cliente por tus servicios y cuando este entra en tu página de contacto, parece que ha cruzado un umbral hacia otro lugar: no hay textos ni copywriting ni nada que se le parezca.

Aunque sea la página de contacto, el copywriting también debe estar presente. Escribe un texto que sirva para recordar qué ofreces, qué puedes hacer por el potencial cliente e indicar las razones para contactar contigo.

Ese texto no solo será una forma de trabajar la empatía y la confianza, sino también el filtro para quiénes te contacten.

Por ejemplo, ¿para qué vas a contestar veinte veces a la misma consulta de forma individual si puedes derivarlos a un Preguntas frecuentes o FAQ antes de animarlos a consultarte?

3. Falta agradecimiento

No es obligatorio, pero sí un detalle.

No cuesta incluir una página o mensaje de agradecimiento para quien ha contactado contigo. De paso, infórmale de qué ocurrirá a continuación.

Por ejemplo, intentaré responderte lo antes posible. O define un plazo: te contestaré en 72 horas o antes.

4. Se supone que funciona correctamente

¿Lo has comprobado? Hacer pruebas es básico antes de poner en marcha tu página de contacto. Asegúrate de que recibirás los mensajes. Si no, ¿de qué sirve que contacten contigo?

Parecerá una tontería, pero escribir mal un número de teléfono o dirección de correo, podría hacer que perdieras clientes.

No sé si te ha pasado alguna vez. A mí, sí. Escribes a un profesional del libro y pasa un día, otro y otro, y no te contesta. Te preguntas si no ha recibido tu mensaje, te ignora o le ha ocurrido algo grave.

Para evitarlo, contacta contigo mismo o pídele a un amigo que lo haga. Sea como sea, prueba y averigua si la vía de comunicación funciona como esperas.

Y hasta aquí estos 4 errores a desterrar de tu página de contacto.

¿Y tú qué otros errores añadirías?

Imagen de portada: Tumisu en Pixabay.


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