¿Autopublico porque las editoriales no me aceptaron?

Como lector, quizás te dé igual qué camino siguió un manuscrito hasta llegar a tus manos.

Sabes que existen las editoriales y conoces muchas de ellas. También que hay cada vez más autores que deciden publicarse por su cuenta.

Hay quien piensa que una novela autopublicada es sinónimo de una obra de baja calidad. No tiene por qué. Si el autor quiere dar lo mejor a los lectores, no hará solo el proceso de edición en plan Juan Palomo.

Eso hice yo con Manchas verdes, Increíbles Misterios y Benditos diez céntimos, las obras que he autopublicado hasta la fecha.

Porque soy una autora autopublicada, independiente o indie. Llámalo como quieras.

¿Y ese es el resultado de que las editoriales no me aceptaran o me enfadara con ellas? Acomódate, sigue leyendo y descubrirás la respuesta.

Antes de dar el paso como escritora

Cuando pensaba en publicar una novela, supongo que la única opción que se me pasaba por la cabeza era encontrar una editorial que quisiera sacar a la luz mi manuscrito.

Recuerdo que la primera vez que me puse a investigar sobre el tema de publicar con editorial se me cayó el alma a los pies y desistí de la idea.

Sin embargo, no me quedé ahí. Al final, me aventuré a salir de las sombras como escritora y eso me abrió un amplio abanico de posibilidades: la editorial no era el único camino.

Mi primera publicación fue con editorial

Cuando comencé a dar pasos como escritora, utilicé Wattpad y me presenté a algunos concursos literarios. Wattpad no dio fruto, pero los concursos literarios sí.

En 2019 gané el primer concurso de Flash romántica con La princesa que no quería casarse con un príncipe y el premio fue la publicación digital de la obra.

Gracias a ello, firmé un contrato con la editorial Flash y trabajé con ellos en la corrección del texto y la creación de la portada.

Llamando a las puertas de las editoriales

No sé la cantidad de tiempo que habré invertido en buscar editoriales, investigar sobre ellas, preparar la carta de presentación y demás documentación para enviarles un manuscrito.

Conozco el esfuerzo de estrujarte el cerebro para explicarle a alguien desconocido, que con suerte te dedicará unos minutos, qué va a encontrar en tu novela o por qué merece la pena que la lea.

Además he experimentado la incertidumbre de si la respuesta será positiva o negativa, recibir un correo pidiendo el manuscrito completo y no volver a saber nada más…

La mayoría guardan silencio. Otros se molestan en contestarte con una negativa, quizás dándote una razón (como un tu novela suscitó interés, pero no el suficiente para que lo publiquemos) o deseándote suerte, porque que ellos no la vayan a publicar no implica que tu manuscrito no valga.

Y una contestó

También lo viví.

Recibí una propuesta editorial muy interesada en publicar mi manuscrito. Me prometían el oro y el moro. Una especie de sueño hecho realidad hasta que leí una parte del contrato que chirriaba.

Bueno, tal vez fuera lo de menos dado todo lo que contaban que harían por la obra… Pero algo olía mal.

En este caso concreto, la editorial se definía como tradicional y, sin embargo, me pedía que abonara una cantidad de dinero para comprar x ejemplares. Eso era un contrasentido.

Una editorial tradicional no cobra dinero al autor. Las que lo hacen con las de coedición o autopublicación. No afirmes una cosa y actúes como otra.

Lo curioso es que con esa cantidad podría autopublicar la obra por mi cuenta sin necesidad de compartir los derechos con la editorial y ganar un porcentaje mayor en regalías.

Así que no piqué el anzuelo. No me parecieron honestos. Consulté con otros escritores y llegué a la misma conclusión.

Pero no autopublico porque…

Las editoriales no me abrieran la puerta o me sintiera desencantada con ellas. Tampoco descarto que algún día vuelva a enviarles un manuscrito.

La autopublicación tiene sus ventajas. Por eso me decidí por ella. Claro, también desventajas, como no poder estar en las librerías o que quien quiera comprar una de mis novelas solo puede hacerlo por Internet.

¿Y tú qué piensas en las novelas autopublicadas? ¿Y de los autores que decidimos prescindir de las editoriales para publicar?

Imagen de portada: Towfiqu Barbhuiya.


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2 comentarios en «¿Autopublico porque las editoriales no me aceptaron?»

  1. Hola M.C. Cucharero: yo también autopublico… y, efectivamente, no porque no pueda entrar en una editorial (ya que me consta que podría haberlo hecho); es que en casos como el nuestro no tiene sentido ceder el 90% de nuestras regalías a una editorial, porque:
    -Nuestra ortografía, así como la gramática, son impecables. Por cierto, respecto a éstas, ya llevo varias faltas observadas en libros leídos que salieron de editorial. Y bien gordas ¡Como para cederles 9 euros de cada 10 que gane tu libro!
    -A juzgar por los argumentos que he recibido -no diré de qué entidad- para “convencerme” de dejarme llevar al “huerto editorial”, y por la actitud de una librería concreta, muy fiel a sus editoriales proveedoras, tengo la impresión de que mi libro sería encerrado en un “redil” que limitase sus ventas, de manera que los demás siguieran vendiendo lo estipulado. Y mi libro nació para volar.
    Así que… aquí tienes otro espíritu libre ¡Te deseo mucha suerte!

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    • Muchas gracias por tu comentario, Patricia.
      Como comento en la entrada, la autopublicación tiene sus ventajas y una de ellas, en efecto, es no tener que ceder cerca del 90 % a una editorial. Claro que esta también ofrece otras ventajas (aunque hay editoriales y editoriales).
      Por eso, a la hora de publicar hay que decidir qué conviene más a nuestras novelas y a nosotros. Y, por supuesto, una publicación con editorial no siempre es garantía de mayor calidad que una autopublicación.
      Bendiciones y saludos.

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