Coincidiendo con el día de San Maximiliano María Kolbe, muerto en Auschwitz en 1941 por intercambiar su vida con la de un padre de familia que iba a ser condenado a muerte, te traigo una reseña de la novela titulada El tatuador de Auschwitz de Heather Morris.
No es la primera vez que cae en mis manos un libro sobre el Holocausto y el horror de los campos de exterminio.
En mi lista de libros leídos están El hombre en busca de sentido del gran Viktor Frankl, el famoso Diario de Ana Frank y Un sacerdote en Dachau del padre Jean Bernard.
De modo que cuando tuve en mis manos El tatuador de Auschwitz, tardé menos de cinco minutos en comenzar a leerlo.
Heather Morris, la autora del libro, cuenta la historia de Lale Sokolov y Gita, que se conocieron en Auschwitz-Birkenau. Ella escuchó a Lale durante tres años y escribió su historia en forma de guion, que doce años más tarde se publicó como novela.
Una historia de amor en Auschwitz-Birkenau
El libro está basado en una historia real y cuenta cómo el joven eslovaco Lale Sokolov llega al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau en abril de 1942 y cómo se convierte en el Tätowierer (tatuador).

Él marcará con tinta verde miles y miles de brazos y uno de ellos será el de Gita, una joven de la que se enamora la primera vez que la ve.
De la mano de Lale, te sumerges en el horror del campo, en la deshumanización, la explotación, el hambre, la enfermedad y la muerte. Aparecen personajes conocidos como Josef Mengele, el médico que debe de provocar más dolor del que palía.
Para quienes ya saben algo sobre los campos de concentración es la oportunidad de profundizar y descubrir más detalles e historias hasta ahora desconocidas.
Para quienes conocen poco o nada sobre el tema es un libro que les hará conocer cómo era el día a día en el campo de concentración y de cómo en medio del horror y la deshumanización pudo existir una historia de amor entre dos jóvenes.
Dos cosas a destacar
Hay un par de cosas dos cosas que quiero destacar sobre mi lectura del libro.
La primera es el hecho de que esté escrita en tiempo presente, lo que hace que veas la situación como si estuviera sucediendo en ese momento y haciendo que casi te sientas dentro de ella.
La segunda cosa es la actitud de Lale ya que es asombroso su afán por sobrevivir, su generosidad con otros y cómo era capaz de transmitir esperanza a Gita, que no siempre confiaba en que pudieran tener un futuro juntos.
Al inicio de la novela, me tropecé con la frase:
«Estamos rodeados de mierda, pero no debemos ahogarnos en ella.»
Después de haber leído el libro, podría considerar que esa era la máxima de Lale para sobrevivir al campo y la clave de su actitud.
A través de los ojos de Lale, descubrimos numerosas escenas horribles sobre lo que acontecía en Auschwitz-Birkenau.
Una de esas escenas no se describe explícitamente, pero el hecho de que él y su compañero estuvieran durante horas y horas tatuando a los recién llegados nos da una idea de la cantidad de personas que llegaron al campo de concentración.
En conclusión, es un libro muy recomendable y que se lee con facilidad. Y, por supuesto, no tiene desperdicio saber cómo pudieron reencontrarse después de haber sido separados al dejar el campo.
Una historia que muestra que, a pesar de las circunstancias adversas y oscuras, siguen existiendo el amor, la esperanza y la generosidad.
Si has leído este libro, cuénteme en los comentario qué te ha parecido.
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