El mayordomo y la señora que lee a Agatha Christie

Ponte en situación.

Una mansión. Una familia rica. Un mayordomo, una criada, un ama de llaves, un cocinero, un chófer, un jardinero y unos amigos de visita, entre los que hay una señora mayor que lee novelas de Agatha Christie.

Y una noche se produce un asesinato. La policía es incapaz de arrojar luz sobre el asunto, pero la aficionada a los libros de la dama del crimen está a punto de señalar al culpable…

¿Te suena la historia? ¿Y no hueles a cliché?

En esta entrada hablaré de algunos clichés en la novela de misterio.

Y, por si andas en la luna de Valencia, antes te explico…

¿Qué es un cliché?

Como ya comenté en 7 clichés en novela romántica, un cliché es una idea muy repetida que forma parte de la trama principal de la historia.

Pero la existencia de clichés no es motivo suficiente para abandonar un libro. Depende del autor que el lector siga leyendo o cierre el libro aburrido o asqueado.

Y ahora entramos en materia.

Selección de clichés en novela de misterio

El asesino es el mayordomo

Si el asesinado tenía un mayordomo en casa, este tiene todas las papeletas de ser el asesino. O al menos, el primer sospechoso. Y si encima ha sido el que ha encontrado el cuerpo, con mayor motivo.

Con lo sencillo que es presentar la dimisión y buscarse otro trabajo en vez de asesinar al jefe y acabar en la cárcel.

El más sospechoso no es el culpable

Cuando desde el inicio todo apunta a Fulanito, probablemente no sea el asesino. Por muy bien que te parezca que encaja el puzzle.

De ser así, no te quedaría más de la mitad de la novela por leer. La investigación todavía no ha concluido, pequeño Watson.

Un grupo en un entorno cerrado y todos con un motivo

Este lo he encontrado mucho en novelas de Agatha Christie, por ejemplo en Diez Negritos o Asesinato en el Orient Express.

Ya sea en una isla o en un tren, parecía que no, pero resulta que los personajes se conocen entre sí y tienen algún motivo para cometer un asesinato (como si este fuera justificable).

Aunque existe la posibilidad de que el culpable sea alguien ajeno que entró y salió de escena sin ser percibido. Ya sabes, un personaje desconocido que llega a la isla de noche, comete el crimen y se esfuma. Pero no, lo lógico es que el asesino esté en ese grupo de personajes. Incluso dialoga con los demás sin levantar sospechas… ¿o sí?

El detective aficionado es más listo que la poli

Todo un clásico.

La poli no da jota con pelota ni sabe interpretar las pistas ni dar con el asesino, pero un periodista, un adolescente o una jubilada tienen más dotes para la investigación criminal que los agentes de la ley.

En las novelas con este cliché está claro quién va a resolver el caso.

Y hasta aquí estos clichés para la novela de misterio.

¿Qué otros conoces? ¿Cuál es tu favorito? Cuéntamelo en los comentarios.

Imagen de portada: Pixabay.


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