Imagina que vas a un restaurante con tres amigos. Con las bebidas, el camarero pone un cuenco de aceitunas. De pronto, uno de tus amigos dice que va a alimentarse solo con eso.
Otro explica que le basta con el entrante y ya no va a comer nada más mientras que el tercero, que ha pasado de las aceitunas y del entrante, engulle el plato principal y hasta se chupa los dedos.
Como dice el refrán: Sobre gustos y colores no han escrito los autores, así que en breve verás (si no la ves ya) la relación entre estos tres amigos y las tres formas de prosa de las que voy a hablar en este artículo: los microrrelatos, los relatos y las novelas.
Microrrelatos
No son relatos para leer con un microscopio, no. La RAE define al microrrelato como un relato muy breve.
Eso de muy breve no he sido capaz de determinarlo con precisión investigando en otras fuentes. Bien podrían ser menos de 1000 palabras o menos de 500, otros lo reducen a un intervalo entre 5 y 250 palabras, a unas pocas líneas o a una hoja como máximo… Como ves, no hay un criterio unificado.
Aunque un microrrelato debe contar una historia, carecen de la clásica estructura de inicio, desarrollo y desenlace debido a su brevedad. Por supuesto, tampoco es fácil contar una historia en un margen tan apretado de palabras. Y no te sorprendas si llegas a un final inesperado porque suelen acabar así.
Julio Cortázar o Augusto Monterroso (¿no conoces su famoso microrrelato del dinosaurio?) son algunos de los conocidos autores de microrrelatos.
Son una opción de lectura cuando vas en un trayecto de dos paradas o solo dispones de 5 minutos. O tal vez prefieres leer varios microrrelatos en vez de otra cosa. Al igual que tu amigo que solo quiere comer aceitunas, pequeños bocados con los que alimenta su “hambre” lectora.
En cualquier caso, aquí te dejo algunos ejemplos de microrrelatos.
Y cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Augusto Monterroso
Con los soles de finales de marzo mamá se animó a bajar de los altillos las maletas con ropa de verano. Sacó camisetas, gorras, shorts, sandalias…, y aferrado a su cubo y su pala, también sacó a mi hermano pequeño, Jaime, que se nos había olvidado.
Llovió todo abril y todo mayo.
Carmela Greciet
Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta.
Thomas Bailey Aldrich
Antes de ponerse el pendiente frotó el metal que rodeaba el zafiro con un bastoncito impregnado en líquido para limpiar plata. Cientos de estratos de tiempo levantaron el vuelo dejando la superficie luminosa y desnuda. Se acercó, curiosa, y la joya le devolvió el rostro adolescente de su abuela probándose el pendiente ante un espejo.
Paz Monserrat Revillo
Relatos
Cuando la RAE da el significado de la palabra relato, se limita a indicar que es una narración, pero no precisa su extensión. Por tanto, puede haber relatos de 3 páginas o de 30.
Son una posibilidad cuando uno quiere leer una historia con su inicio, desarrollo y desenlace, pero no quiere o no puede centrarse en una novela. En unas cuantas páginas disfrutas de una buena narración. Como el amigo del entrante.

Por ejemplo, en clásicos, tienes El conde Lucanor de Don Juan Manual, Treinta relatos de Leopoldo Alas “Clarín” o Cuentos de la Alhambra de Washington Irving.
Si te gusta el misterio, puedes elegir a Arthur Conan Doyle y a sus libros de relatos sobre el famoso Sherlock Holmes y su inseparable compañero, el doctor Watson, o a Agatha Christie y a sus numerosos relatos protagonizados por el exquisito Hercule Poirot o por la señorita Miss Marple.
Si prefieres lo romántico, ¿conoces ya el relato ganador del primer concurso de Flash romántica? Descubre mi relato La princesa que no quería casarse con un príncipe, la historia de una princesa medieval que se opone a una ley que la obliga a casarse con alguien de sangre real.
Novelas
Sobre la definición de novela, la RAE dice que es una obra literaria narrativa de cierta extensión. Y, de nuevo, nos quedamos con la duda de cuál es la extensión, sino exacta, al menos mínima para distinguir una novela de un relato.
Si para ti el tiempo de lectura no es una excusa ya que lo tuyo es leer novelas sí o sí, enhorabuena. Que te dejen de bocados literarios y te den un plato principal entero. Y no temes tardar días, meses o semanas, incluso años, en acabarla.
También es cierto que hay novelas y novelas: con más o menos páginas y más o menos fáciles de leer.
Llegados a este punto, te diré que me quedo con las novelas, aunque tampoco rechazo a un buen libro de relatos. Mi última elección son los microrrelatos porque la mayoría me dejan con preguntas en el aire y con cara de pues vale.
Ahora que ya has visto en qué consisten estos tres tipos de narración, ¿cuál prefieres? Cuéntalo en los comentarios.
Y si te cuesta encontrar tiempo para leer echa un vistazo a este artículo ¿Sin tiempo para leer? 6 ideas para sacarle un momento al día de lectura.
Imagen de portada: Freestocks en Unsplash. Imagen del artículo: LUM3N en Unsplash.
Lo que más me gusta, en general, son los relatos de entre 5 y 10 páginas. Al estilo de Maupassant, Poe y Chejov, por ejemplo.
Gracias por compartir tu gusto por los relatos. Un saludo y bendiciones.